Presentación del Vigesimoquinto Informe Semestral sobre Política Exterior del gobierno argentino (Marzo 2016-Septiembre 2016): sus pilares, estructura y dinámica
Dr. Alejandro Simonoff (IdICHS, IRI-UNLP)
En este informe semestral hemos decidido
cambiar la estructura de los informes que mantuvimos desde los primeros que
realizamos, dado los cambios anunciados y de acuerdo a la determinación
geográfica realizada por la Canciller Susana Malcorra en varias alocuciones.
Por ello en esta presentación haremos un rastreo de los principales
lineamientos, para luego avanzar en los reportes específicos por áreas: el
Vecindario, Estados Unidos y la Unión Europea, Rusia, China, África y el Mundo
Árabe y Malvinas.
*
En la política de la nueva administración se
habla de “un giro de 180 grados” con respecto a la gestión anterior, sobre todo
en la relaciones con las potencias tradicionales (Estados Unidos y Europa
Occidental)[1]
Este tipo de declaraciones altisonantes, a pesar de ser gráficas, no permiten
saber cuál sería su alcance real. En sus momentos iniciales existieron dos
gestos fuertes en esa dirección: la visita al foro de Davos en febrero de 2016
y el arreglo de los juicios en Nueva York con los holdout en abril.
La llegada de líderes europeos en el verano
porteño, como también la de Barack Obama, fueron tomadas por el gobierno, y sus
medios afines, como un apoyo explícito a la nueva estrategia internacional
argentina.
Este lineamiento más cercano a los poderes
mundiales tradicionales expresan una construcción “occidentalista”, o
“globalista”, de acuerdo a la definición de Amado Cervo.[2]
El problema del diseño y ejecución de una
estrategia de inserción no está, como lo expuso la Canciller Malcorra en
ocasión de su visita al Senado de la Nación, en plantear a la política exterior
como un factor determinante para “avanzar en el desarrollo del bien común de
cualquier país…” (HSN, 2016, 2), aspecto con el que nadie puede estar en
contra, sino en los caminos que la “falsa conciencia” lleva a construir para
llegar a esos objetivos.
Como en el caso de los gobiernos kirchneristas,
los medios están las evidencias ideológicas, lejos de la “desideologización”
proclamada, el gobierno macrista está operando una “reideologización” acorde a
los postulados de la hegemonía neoliberal.
Ella se expresa en una construcción de una
democracia de mercado “esperamos abrirnos al mundo de una manera madura” con la
afirmación de principios de derechos humanos, libertad, honradez” que permitan:
…
tratar de relacionarnos con todos nuestros potenciales socios para que la
Argentina se convierta en un lugar muy interesante para invertir, un socio para
trabajar con en el largo plazo, y un lugar donde se piense que es importante
para hacer negocios, porque hay una oportunidad para la prosperidad y los
buenos negocios de una forma madura. (Malcorra, 2016)
Este es el decálogo de acción externa macrista
se asienta en la creencia de la gobernanza global de promoción de negocios con
un ropaje democrático.
1.
Pilares
de la Estrategia Externa de Cambiemos
Avizoramos con mayor claridad de ello en los
tres pilares en los que se asienta la política externa del nuevo gobierno.
Según la titular del Ministerio de Relaciones Exteriores son: eliminación de la
pobreza, lucha contra el narcotráfico y el terrorismo y establecimiento de
mecanismos institucionales.
1.1.
Eliminación de la pobreza
…
lo que estamos tratando de hacer… representar a la Argentina en el mundo, para
mostrar lo que la Argentina es hoy, cuáles son nuestros objetivos, y además,
tratar de captar el interés y la imaginación de los que pueden invertir en
Argentina para crear puestos de trabajo sustentables para un futuro con más
oportunidades para todos. Y esta vez tiene que ver con la eliminación de la
pobreza. (Malcorra, 2016)
Este ideal de crecimiento posee varios
problemas, sólo el 20 % del PBI del país está vinculado con ese tipo de
actividades, principalmente los agronegocios y las actividades extractivas que
obtuvieron significativas ventajas impositivas.[3]
El supuesto efecto de derrame que debería
alcanzar al resto de la población resulta dudoso, como lo ha señalado Piketty,
las sociedades que han aplicado este tipo de medida, como Estados Unidos, los
niveles de desigualdad se aproximan a los existentes durante la crisis de 1929.
(PIketty, 2014)
El otro supuesto es que la disminución del
control estatal sobre ellas no fue la solución, vulneran la capacidad de los
Estados para decidir sus estrategias de desarrollo, en los más de setenta años
que nos separan del fin de la Segunda Guerra Mundial en los primeros treinta
cuando funcionó universalmente el modelo keynesiano un crecimiento promedio
mundial de casi el 3 %, contra un menos de 2 % en los posteriores a 1975. (Lowenstein,
2016, 18)
Reiteramos, está claro que el desarrollo es un
objetivo pero el problema está en los medios que a partir de una supuesta
desideologización se avanza en una reideologización bajo la cobertura
hegemónica neoliberal.
1.2.
Lucha contra el narcotráfico y el
terrorismo
…
Y ese elemento tiene que ver no sólo con nuestros retos internos relacionados
con el tráfico de drogas, los problemas de corrupción, de la corrupción
institucional, de la gestión de las fuerzas de seguridad y las instituciones
más grandes del gobierno, sino también tiene que ver con Argentina en la
región, su integración a todos los países, a partir de México, también voy a
decir, la interconexión entre el narcotráfico y la financiación de grupos
extremistas en África Occidental. (Malcorra, 2016)
Si bien la existencia de este flagelo es
evidente, menos clara resulta la vinculación con el escenario africano que como
lo señaló Juan Gabriel Tokatlián, los datos extraídos de la UNDOC resultan algo
cuestionables para diseñar políticas en ese sentido. (Tokatián, 2016) En
realidad creemos que esa vinculación entre narcotráfico – terrorismo – África
están motivadas para buscar algún linkage en materia de seguridad con Estados
Unidos.
1.3.
Establecimiento de mecanismos
institucionales.
…
es el objetivo de la reconstrucción de las instituciones democráticas, siendo
capaz de reunir a los argentinos por una vez detrás de objetivos que nos
permitan a todos a trabajar juntos a través de una agenda común para reforzar
y, en algunos casos, comenzar el trabajo serio sobre la construcción
institucional democrático, la separación de poderes, lo que garantiza que el
ejecutivo, el legislativo y el judicial tengan su propio espacio, y cada uno de
ellos a través de los medios normales de equilibrio en la democracia hacer su
parte del trabajo de una manera constructiva. (Malcorra, 2016)
En el plano externo, estos se expresa en:
…hemos
firmado todos los acuerdos, cada convención, cada pieza de legislación de
carácter internacional en consonancia con este principio. [Se refiere al
democrático] Así que estamos tratando de ser coherentes con lo que hemos
adherido de acuerdo con nuestra forma de hacer política en nuestro país. (Malcorra,
2016)
Está claro que en este plano se observan las
características más cercanas al globalismo asimétrico que al benigno por la
clara adhesión al institucionalismo neoliberal.
2.
Su
estructura Geográfica
La aplicación de estos pilares en la estructura
geográfica propuesta desvirtúa su razonabilidad. Está divida en tres círculos
concéntricos: el primero de ellos “nuestro vecindario”, cualquier análisis
inicial tiene que “ver con los que están alrededor”; el siguiente está
compuesto por las relaciones con Estados Unidos, Europa, China y Rusia, y
finalmente, el tercer o formado por África y el mundo árabe. (HSN, 2016, 2-3)
2.1.
El
vecindario
A diferencia de los gobiernos occidentalistas
de la Guerra Fría, o de dependencia racionalizada, como los denominaba Juan
Carlos Puig, tiene una política activa hacia la región, como ya lo había hecho
Carlos Menem en la década de 1990. Así lo expresó la Canciller en su visita al
Senado “esto significa trabajar Mercosur, esto significa trabajar UNASUR, CELAC
y OEA… hay que maximizar la complementariedad del uso de esos instrumentos…”
(HSN, 2016)
El Mercosur principal instrumento de inserción
internacional de la Argentina posterior a la crisis de 2001, está perdiendo esa
gravitación, ya que como lo señaló la Ministra de Exteriores:
…
Hay que ver las cosas que la sirven a la Argentina y usar el trampolín que las
distintas asociaciones tienen. Mercosur,
Unasur, Unión Europea, Estados Unidos, China, África, el Pacífico, todas son
oportunidades para argentina. El objetivo es que Argentina pueda
trabajar bien y conectada por el mundo se abran nuevos planos que den mayor trabajo a la gente… (Malcorra,
2016)
Está reducido a ser la puerta de acceso a la
Unión Europea y a la Alianza del Pacífico –la asociación regional deseada por
la administración macrista-, entre otros acuerdos.
2.2.
Estados Unidos, Unión
Europea, Rusia y China
Está claro que por la
orientación general del gobierno el segundo círculo no resulta homogéneo, ya
que por sus prioridades está divido en dos partes, por un lado Estados Unidos y
Europa Occidental y por otro, China y Rusia.
Con Estados Unidos a pesar de rechazar las
“relaciones carnales” de los años noventa, el acercamiento a éste en la agenda
de seguridad por los temas de terrorismo y narcotráfico, como en la económica
por la apertura, desregulación y reendeudamiento, se le parece bastante.
(Malcorra, 2016)
En el caso de Europa, para la Canciller, “la UE es históricamente
muy importante. Desde una perspectiva comercial es un socio muy importante. Y eso es lo que hemos
priorizado...” (Malcorra, 2016)
Como lo hemos indicado un objetivo fijado por
el gobierno argentino, es la firma del acuerdo de libre comercio entre el
Mercosur y la Unión Europea, pero éste encuentra dificultades en el capítulo
agrícola por la resistencia de Francia y otros países del área. Pero a pesar de
ese rechazo expresado en la gira europea del presidente argentino, y cómo lo
señaló Federico Vázquez, “la “victoria” del gobierno de Cambiemos en la
negociación con Europa sería aumentar hasta el paroxismo el perfil primarizado
de la economía argentina.” (Vázquez, 2016, 5)
Está claro que no podríamos esperar ensayos
audaces, como los que caracterizaron al kirchnerismo en los últimos años,
cuando orientó su estrategia hacia los nuevos polos de poder que se están
despuntado en torno a los BRICS, con especial atención en Brasil, Rusia y
China, buscando diversificar nuestras relaciones.[4] Con
respecto al último país, inicialmente se anunció la intención de “revisar” la
Asociación Estratégica Integral -en lo referido a la construcción de represas
en la Santa Cruz y a la cooperación en investigación espacial, por ejemplo-, pero
los resultados de ella estuvo muy por debajo de sus expectativas. (Ortelli,
2016)
2.3.
África
y el mundo árabe
En el tercer
círculo está formado África y el mundo árabe. Hasta el momento las acciones
hacia ese núcleo está atravesada por la promoción de agro-negocios (HSN, 2016)
y la agenta de seguridad, en el primer caso con el linkage narcotráfico-terrorismo que ya indicamos y en el segundo
por la participación de los Cascos Blancos y el acobijo de refugiados de la
guerra civil en Siria. (Macri, 2016)
2.4.
Malvinas
En la administración de Cambiemos con respecto
a Malvinas, no escapó a los influjos de los anteriores gobiernos
occidentalistas, ya que como ocurrió en la reunión bilateral de mayo de 2016,
expresó que ambos gobiernos señalaron “las posiciones de sus respectivos países
y coincidieron en que el desacuerdo de este tema (Malvinas) no debe
obstaculizar el desarrollo de una agenda positiva más amplia.”[5] Las dificultades de este
tipo de estrategia quedaron evidenciadas con las críticas al Comunicado
Argentino Británico de Septiembre de 2016.[6]
3.
La
dinámica de la política externa macrista entre el interés y el espacio.
Del cruce de estos lineamientos espaciales y
valorativos existen contradicciones de las cuales podemos inferir una dinámica
caracterizada por: el realineamiento con las potencias occidentales; funcionalizar
el Mercosur como una escala para el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión
Europea y el desplazamiento de la prioridad hacia la Alianza del Pacífico; y a
través de ellos, llegar a los TTP y TTIP.
Ya que la centralidad regional se encuentra
atravesada por las prioridades reales las relaciones con las potencias
tradicionales (Estados Unidos y la Unión Europea, formar parte de la OCDE) y
cierto desdén, para llamarlo de algún modo, por los poderes emergentes (China,
Rusia, los BRICS).
A pesar de estar en un segundo círculo
malcorriano es evidente que la avidez de inversiones occidentales, lo quiebran
en favor de Estados Unidos o a Unión Europea en detrimento de los Emergentes,
como lo indicó Federico Vázquez que el Presidente habría dicho en su viaje por
Alemania: “China hizo enormes inversiones en nuestro país. Está muy bien, lo
valoro. Pero sentimos que es más fácil el trabajo en común con Europa…” (Macri
en Vázquez, 2016, 4)[7]
El otro elemento disociador de la estructura es
la macha hacia el Pacífico, si bien es razonable generar puentes hacia esa
área, donde está el crecimiento mundial, no menos cierto que la aspiración de
sumarse al TTP, es un ingreso llave en mano, sin discusión de sus contenidos, y
el problema principal es que es una estrategia de Washington para definir las
reglas del comercio acorde a sus intereses y que no lo termine haciendo China.
¿Somos conscientes de ello?
El único aspecto en donde parece existir cierta
correspondencia es en el referido a Malvinas, ya que está claramente fuera del
esquema principal. Y a pesar de ciertos eventos positivos como la confirmación
de la ampliación de los límites marítimos y el Brexit, el gobierno parece más
preocupado por las inversiones que por la discusión de soberanía, lo que
explica las dos estrategias que están esbozando que oscila entre la fórmula
Hong Kong[8] y la de seducción.[9]
Bibliografía
Avignolo,
María Laura. 2016. “Argentina quedó cerca de ser aceptada en la OCDE” en Clarín, 31 de mayo de 2016, disponible
en: http://www.clarin.com/politica/Argentina-quedo-cerca-aceptada-OCDE_0_1586241566.html, consultado
el 7/7/2016.
Cervo, Amado Luiz.
2003. “Política exterior e relações internacionais do
Brasil: enfoque paradigmático” en Revista. Brasileña de Política
Internacional. 46 (2): 5-25.
Honorable
Senado de la Nación. 2016. “Reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto”, Buenos Aires, Publicación de la Dirección General de Taquígrafos, 4 de Mayo de 2016.
Lowenstein, Roger. 2016. “El nuevo orden financiero
(mientras duró)” en Review. Revista de libros,
Año II, N° 7, Buenos Aires, Capital Intelectual, 18-22
Malcorra,
Susana. 2016. “Argentinian Foreign Policy under Mauricio Macri. The Future of
Argentina. A Conversation with…” en Council on Foreign Relations Events,
Washington, disponible en: http://www.cfr.org/argentina/argentinian-foreign-policy-under-mauricio-macri/p37519, consultado
el 20/8/16.
Ortelli, Ignacio. 2016. “Represas: serán más chicas y
reducen el impacto ambiental” en Clarín,
7 de mayo de 2016, 42.
Piketty, Thomas. 2014. El capital en el siglo XXI. Buenos
Aires, Fondo de Cultura Económica.
Pérez Lllana, Cecilia. 2016. “Argentina en la OCDE” en Le Monde Diplomatique, XVIII, N° 206, Buenos
Aires, Agosto de 2016, 8-9.
Tokatlián,
Juan Gabriel. 2016. “¿Argentina es el tercer exportador mundial de cocaína? En:
Pagina/12, Buenos Aires, 14 de Julio
de 2016, 40.
Vázquez, Federico. 2016. “La nostalgia por un mundo que ya
no es” en Le Monde Diplomatique, XVIII, N° 206, Buenos Aires, Agosto de
2016, 4-5 (4).
Diarios
Clarín, El País, Página/12
[1] El
País, Madrid, 2 de diciembre de 2015, 4.
[2] Tras el fin del mundo bipolar, los
occidentalistas se transformaron en globalistas, quienes, como apuntó Amado
Cervo, “deducen de la práctica política, de extraer conceptos a veces
elaborados por hombres de Estado, a veces implícitas en su práctica.” (Cervo,
2003: 6)
[3] La minería ya gozaba de importantes ventajas
desde la administración de Cristina Fernández de Kirchner.
[4] Más que integrarse a este foro de
coordinación política de los principales países emergentes, el gobierno de
Mauricio Macri está buscando ingresar a la OCDE que agrupa a las economías
desarrolladas tradicionales. (Avignolo, 2016) Pero como evalúo Cecilia Pérez
Llana, “Argentina todavía esté fácticamente lejos de alcanzar el estatus de
socio de la OCDE.” (Pérez Llana, 2016, 9)
[5] Página/12, Buenos
Aires, 5 de marzo de 2016, disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-293823-2016-03-04.html, consultado el
18/5/2016.
[6] Clarín,
Buenos Aires, 19 de septiembre de 2016, 4.
[7] La
baja participación de las potencias tradicionales no se debe tanto a una escasa
prioridad desde la Argentina, sino a las restricciones generadas por ellas.
[8] Es el retorno de la denominada “Fórmula Hong
Kong” de los tiempos de la Alianza que consistió en establecer parámetros de
negociación similares a los de China con la ex colonia británica. Allí se
establecieron mecanismo de negociación de acercamiento de diversos temas con el
objetivo de generar confianza para luego acceder al tema de la soberanía, que
permitió llegar al compromiso británicos en 1984 de entregar el territorio a
Beijín en 1997, reconociendo las particularidades de esa ciudad y sus
habitantes por cincuenta años más a partir de la restitución del territorio.
[9] Pero, qué fue la estrategia de seducción, fue
una forma de acercamiento a los isleños que poseyó un lado simpático – el envío
a fin de año de libros como El Principito
o Winnie The Phoo – y otro riesgoso,
ya que declaraba ambiguamente que no considera a los isleños como parte de las
discusiones, pero por otro lado proporcionó toda una serie de señales para
involucrarlos.
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