A propósito del discurso de Xi Jinping en el 70° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial

(Este texto fue preparado a partir de una consulta de la agencia Xinhua)

El discurso de Xi Jinping en el desfile de la conmemoración del 70° Aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial ha sido revelador de las aspiraciones de la República Popular de China en el mundo actual.

Allí, el Premier hizo una presentación de una nueva concepción de defensa, ya que por un lado anunció la reducción en un octavo de sus fuerzas armadas, unos trescientos mil hombres de los más de dos millones que posee el Ejercito Popular, y por otro, en el desfile se mostraron las nuevas armas que dispone, donde la estrella fue el misil anti-buques, llamado “Viento del Este”, o también “asesino de portaviones”. Ambas presentaciones mostraron un intento por constituir fuerzas más reducidas pero que ello no significó que sean menos poderosas y eficiente, y así reafirmar la búsqueda de Beijing de garantizar su soberanía en el entorno marítimo circundante.

Por otro lado, Xi reafirmó el rumbo de China al señalar la victoria contra Japón en 1945 "volviera ser un gran país en el mundo". Ya que esa guerra y el posterior triunfo de las fuerzas de Mao en la Guerra Civil, comenzó a alejar a ese país del llamado “ciclo de humillaciones” -iniciado con la Primera Guerra del Opio, donde las potencias occidentales intervinieron política y económicamente en el país y pusieron en riesgo su integridad-.

Pero creemos que no sólo se refiere a aquella situación, ya que la mención de China como “un gran país”, es una afirmación que sus dirigentes vienen teniendo insistentemente desde los tiempos de Hu Jintao, que anuncia el cierre de aquel ciclo.

Aunque en este sentido, resulta cierto que desde el inicio de las reformas en los años 70, Beijing llevó adelante una política internacional que combinó los llamados “Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica” que marcaron su posición como país periférico con las recomendaciones más pragmáticas de Deng Xiaopinng de los “28 caracteres” y que con esas declaraciones podríamos decir que estamos asistiendo a un alejamiento de estos últimos, pero una reafirmación de los primeros, cuando señaló que su país “no buscará jamás la hegemonía, como tampoco buscará extenderse hacia otros países”.

Siendo a nuestro entender éste último aspecto lo más relevante de ese acontecimiento, la ratificación de cómo se piensa el rol de China en este escenario internacional, proponiendo nuevas formas de ejercer el liderazgo.